HERMETISMO Y ALQUIMIA
Pensamientos de Louis Cattiaux en los márgenes de los libros que estudiaba


El silencio es oro.
Pintura de Louis Cattiaux

El hermetismo es el núcleo mismo de la tradición y por esto puede incorporarse a todas las facetas de la tradición, representadas por las diversas religiones.

No debe confundirse alquimia con crisopeya (fabricación de oro), puesto que la alquimia al ser la práctica del hermetismo, es la ciencia total del ser, mientras que la crisopeya solamente es la parte que concierne a los metales, al igual que la argiropeya (fabricación de plata).

La palingenesia (el nuevo nacimiento) es el término más elevado de la alquimia y la crisopeya es su término más bajo. Una corresponde a la ciencia sacerdotal y la otra a la ciencia real o Arte real.

La alquimia es la realización del Arte sacerdotal y del Arte real. Es la llave de oro que abre el secreto tradicional, que es la realización de la criatura caída. La alquimia no es de naturaleza puramente interior, tal es el error grosero de todos los intelectuales y demás filósofos, de los místicos, espiritistas y espirituales.

Ciertamente se trata de una operación material unida a una operación espiritual, pero oculta bajo los términos de la química vulgar, lo que ha engañado a los profanos. La una no excluye a la otra, todo lo contrario, puesto que se completan necesariamente.

Es el SOLVE de las tradiciones orientales y el COAGULA de las tradiciones occidentales.

Pernety subraya la diferencia entre la filosofía hermética y la química vulgar, cosa que es cierta, pero eso no quiere decir que la alquimia sea desencarnada y únicamente espiritual.
Es la ciencia de las ciencias y es efectiva.

La ciencia alquímica es verdadera y palpable.

Lo que es posible de modo místico y espiritual, lo es todavía más de modo alquímico y formalmente hablando.
La alquimia une el espíritu, el alma, y el cuerpo realmente y de una manera palpable, lo cual ignoran los metafísicos.

Quien se conoce a sí mismo conoce a su Señor", esto es cierto, pero puede entenderse de varias maneras, una de ellas permanece siempre desconocida para los metafísicos desencarnados pero no reencarnados.

El texto griego dice lo mismo "Conócete a ti mismo y conocerás la unión y los dioses".
Pero los abstractos desencarnan esta enseñanza, mientras que los adeptos la encarnan, lo que es completamente diferente como enseñanza y como resultado.

Hay dos órdenes del secreto iniciático, en primer lugar el conocimiento y la realización espiritual, que es propiamente la iluminación, y en segundo lugar el conocimiento y la realización formal y palpable, que es propiamente el adeptado. Esta última realización es tan rara que se ha vuelto increíble incluso para los iniciados y nadie se atreve a nombrarla o a tenerla en cuenta, ya sea entre las órdenes iniciáticas, o entre las órdenes religiosas, que transmiten sus símbolos sin conocer su realidad última.

El proceso iniciático es el símbolo de la realización de la Gran Obra y no al contrario.

MATERIAL REPRODUCIDO GRACIAS A LA PERMANENTE COLABORACION DE RAIMON AROLA Y SU REVISTA LA PUERTA