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Despertar en el piso 59: el secreto de las luces que caen del Cielo.
Fue una madrugada muy especial, el amanecer del miércoles pasado, se acababa febrero 2014. Las Vegas fue el punto de descanso elegido luego de un larguísimo viaje y 5 días de curso intensivo en Los Angeles. Volví a Las Vegas hace 5 años después de un largo período para asistir a la Alchemy Conference. Desde entonces cada vez que he venido me acuerdo de la pregunta de un alumno acerca del destino de mi viaje: ¿Qué tiene de espiritual Las Vegas? Y automáticamente rememoro el disco de la banda escosesa Cocteau Twins llamado “Heaven or Las Vegas”, (Cielo o Las Vegas). Acabo de escribir la respuesta a esa pregunta y a esa dualidad. La guardé en mi caja de secretos que abriré al final de esta carta, pero volvamos a ese alba tan especial.
Despertar Abrí mis ojos en el cuarto 5967. Entredormido me puse a destilar los números 5 + 9 + 6 + 7 = 27. 2 + 7 = 9. Letra TET del alfabeto hebreo que simboliza el bien escondido u oculto. Algo había por descubrir y sentí: "Que se haga la luz!."
Las cortinas enlutaban el cuarto del piso 59 con sus dos inmensos ventanales de techo a piso. Nunca había estado en una habitación similar DIOS siempre nos reserva sorpresas.
Que se haga la luz! Apreté un mágico botón y suavemente los cortinados retornaron a su estado de unidad y así la luz del Sol penetró en mí. Pensé que fantástico sería tener los astrales, los planetas, los metales, los minerales, las palabras, los números, las plantas, los Nombres Divinos, los coros angélicos, los arcángeles, y todo lo necesario plasmados en esa cortina para que se expandan desde un punto y los alumnos pudieran comprender el movimiento de la luz y la materia desde la unidad hasta los 10 niveles de la Creación.
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Que se haga la luz!
Y la luz se hizo. La visión me emocionó, ver la sal (cuerpo material) del mundo desde tan arriba y sentir que yo podía ver casi todo y nadie podía verme. Egoísta mirada de la realidad cuando sé que DIOS ve todo. La imagen me atrapó como la sal a la humedad y me levanté. Me acerqué a la ventana de la derecha y me paré al borde del vidrio que llegaba hasta el piso.
El estómago se contrajo ante la visión de un minúsculo punto allá abajo caminando, un ser humano, y me dije: “Que duro que debe haber sido la caída del Paraíso”. Cerré los ojos por el vértigo y sin tiempo a reaccionar se impregnó mi mente de un sueño recurrente de mis primeros años de vida… sentado en una hamaca que se balancea peligrosamente para luego caer al interminable precipicio.
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Volví a abrir los ojos y me decidí a escuchar las melodías secretas de los cielos y transporté mi corazón en un vuelo sobre los ahora muchos puntos que caminaban sobre el Strip, la calle que nunca duerme. Y pensé en sus ángeles, sus vidas, sus colores secretos que pocos ven, sus misiones en este viaje y especialmente si algunos de ellos recibiría alguna vez por Gracia Divina un milagro.
Y un sabor dulce inundó mi boca al ver todo lo que DIOS le daba al hombre, no sólo esos edificios colosales, muchos de ellos portadores de simbologías sagradas y geometría oculta, sino porque del Cielo caía nitro en forma de racimos, energía de vida de la que todos nos alimentamos. Las Vegas tiene mucho nitro, casi nadie lo sabe, lo percibirá más saliendo al desierto o visitando el Valley of Fire (Valle de Fuego) un nombre indígena puesto a la medida del nitro de ese lugar espiritual de maravillas.
Pero pensé, el nitro llueve del cielo como racimos de uvas ígneas celestiales y los milagros? La firme voz de mi guía me dijo claramente algo que anoté rápidamente sobre la solapa de un sobre que esperaba ser polarizado con un mensaje.
1. El milagro es una luz que cae del cielo. 2. El milagro es una luz que obra maravillas. 3. El milagro sólo ilumina a quienes ya tienen encendido el fuego.
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Petroglifos en Valley of Fire
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Hola, perdón, ya que todavía no me presenté, soy Sergio, y ante todo que Dios bendiga sus caminos y le dé todo lo bueno que le conduzca a la salvación. Me sigue acompañando? Es tan sólo un momento que compartiremos juntos. Le invito a entrar al área de visitas de mi Laboratorio para poder destilar y reunir las tres afirmaciones sobre el milagro que están escritas en el sobre.
Sígame. Yo le ayudo a abrir la puerta, pero antes debo dejarle algo bien claro: si bien le asistiré con el primer paso, la luz que ilumina su camino a mi mesa de trabajo la debe poner usted. Nunca olvide que la luz recircula en su Ser y se polariza según cuál sea su intención. Las buenas intenciones extraen luz aún de la noche más oscura así como los alquimistas capturan agua de ángel del Cielo )aceite de tártaro), empleando como imán su manteca de antimonio, incluso en el desierto más seco del mundo.
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Comencemos por lo esencial. El primer paso de toda Obra debe ser dado atesorando en su corazón la fulgurante certeza de la presencia y providencia de DIOS en su vida: ayer, hoy y mañana tras mañana.
Mire el símbolo:
Es el fuego, la luz, las tres partes que lo contienen todo. Es activo. Apunta hacia arriba. Empuja a subir. En esencia es invisible a los ojos, es el volátil reuniendo toda la materia. Es el combustible secreto que alimenta su conciencia, lo respiramos nosotros y también, los insectos, los animales, los vegetales, los metales y los minerales.
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Como somos humanos desarrollamos una conciencia espiritual y mundanal. A través de ella canalizamos el fuego. Ambas están representadas por el símbolo alquímico del Aire. Mire el símbolo:
Mi guía desde los cielos me enseñó que la conciencia espiritual es el triángulo de arriba y es trinitaria. En cambio la mundanal es el paralelogramo de abajo y es cuaternaria, se manifiesta por 2 pares opuestos. La línea horizontal que las divide es un freno pasivo que coagula el Fuego. Ese freno nos permite comprender y conocer, separa lo de arriba de lo de abajo, lo de adentro de lo de afuera, lo invisible de lo visible.
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Ahora haga algo fundamental, elimine toda duda.
Cuando dudamos ponemos un segundo freno a la circulación de la luz, ésta se “congela”, se polariza de confusión y eso nos hace detener la marcha y replantear una parte o el todo que dio origen a la duda.
Nuestra conciencia (elemento Aire) en su fase mundanal muchas veces nos detiene y obstruye el movimiento natural de las cosas.
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Lea con atención que nos dice Louis Cattiaux desde su Mensaje Reencontrado en el Libro XVII 25 y 25´:
25. La sobriedad, la sencillez y la caridad son los tres grandes médicos del cuerpo, del espíritu y del alma, pero el amor divino es el único remedio a la enfermedad de nuestras vidas exiliadas. 25’. Eliminando la duda de la razón por el ejercicio constante de la fe en acción, no sólo llegaremos a no tener en cuenta las apariencias contrarias, sino también a modificarlas milagrosamente.
He repetido en mis clases de todas las formas posibles este concepto: La fe es el combustible de la salvación y por lo tanto el antídoto contra toda duda infundada sobre algo espiritual. La fe es el disolvente alquímico que purifica la conciencia. Separa lo justo de lo injusto, lo luminoso de lo oscuro.
Cuando a los 10 años garabateé en una hoja la letra de la primera canción que compuse, su nombre era Fulgurante Certeza. Sólo escuché y escribí, sin entender muy bien de qué se trataba. Hoy 46 años después pienso un poco diferente sobre el sentido de esas dos palabras.
La fulgurante certeza es la fe hecha carne en nosotros. Trasciende todo freno impuesto por nuestros propios miedos, por los recuerdos transgeneracionales de nuestra heredad y por la influencia negativa de terceras personas o de los tentadores espirituales. Es la conciencia purificada en el nivel de fuego acorde con el potencial con que es bendecida una persona. Por eso, no malgaste su Fuego dudando. Libere sus manos, no se aferre a los barrotes de confusión de la celda de su mente. Esos barrotes que le obsequian una ilusoria sensación de seguridad en su vida le hacen creer que lo verdadero es lo visible y lo ilusorio lo invisible. Elevemos nuestras manos al Creador y recordemos siempre estas palabras: CREER PARA VER.
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DIOS nos guía a CREER por obra de la fe PARA VER lo que pocos ven.
En el colegio nos prepararon para lo contrario: VER PARA CREER.
Nos advierte un santo de la línea de Fuego, San Pio de Pieltrecina: “Las cosas humanas necesitan ser conocidas para ser amadas; las divinas necesitan ser amadas para ser conocidas.”
En un mundo de cambios, nuestra conciencia terrena nos aferra a nuestras posesiones para escapar a los efectos del tiempo, como si guiados por un espíritu de fijación volviéramos hipnotizados a un estante del supermercado de la vida a buscar productos cosméticos Anti Age. Acaso el movimiento New Age no fue lo mismo a nivel espiritual?
El fuego actúa dinámicamente como el tiempo transformando todo. Spinetta lo describe maravillosamente en la letra de su canción “Al ver verás”: “… entiendo que tu amor transpone todo refugio, quema todo y sin armas.”
Recuerde: El Amor de DIOS es su FUEGO SECRETO
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Reencuéntrese: el Fuego se respira.
Existe un único camino que debemos “respirar” de DIOS: Creer para Ver. Son 3 palabras… 1. CREER 2. PARA 3. VER
Juntemos los fuegos del milagro que estamos ahora cohobando (reuniendo) 1. CREER. = El milagro es una luz que cae del cielo. 2. PARA (QUE). = El milagro es una luz que obra maravillas. 3. VER. = El milagro sólo ilumina a quienes ya tienen encendido el fuego.
Abramos un tercer Fuego 1. ALMA (AZUFRE) 2. ESPIRITU (MERCURIO) 3. CUERPO (SAL)
Juntemos los 3 Fuego 1. ALMA. = CREER. = El milagro es una luz que cae del cielo. 2. ESPIRITU. = PARA (QUE). = El milagro es una luz que obra maravillas. 3. CUERPO. = VER. = El milagro sólo ilumina a quienes ya tienen encendido el fuego.
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Abramos un cuarto Fuego
1. ESENCIA 2. FUERZA 3. IMAN
Todos los fuegos el fuego
1. ESENCIA. = ALMA. = CREER. = El milagro es una luz que cae del cielo. 2. FUERZA. = ESPIRITU. = PARA (QUE). = El milagro es una luz que obra maravillas. 3. IMAN. = CUERPO. = VER. = El milagro sólo ilumina a quienes ya tienen encendido el fuego.
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Cumplida mi misión le muestro una llave que conduce al retorno y que Dios me regaló esa mañana tras una fugaz lluvia que bañó la tierra de fuego celeste.
Primero un arco iris bien visible: la llave luz de los siete planetas que nos hace conocer.
Segundo: casi invisible, otro arco iris a la derecha, al que sólo se accede por la luz de la fe.
Fin de esta parte de una historia de las historias vividas en el piso 59. Ahora a comenzar mi ciclo de cursos en Buenos Aires y en dónde el Espíritu Santo me lleve.
Bendiciones Sergio Etcheverry
PD: Heaven or Las Vegas. Abro la caja de los secretos, la respuesta es DIOS está en cada ciudad en donde un sólo corazón que lata lo ame.
PD2: 59 = 5 + 9 = 14. 14 = 1 + 4 = 5
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