"Defiéndeme santísima Virgen María:
la divina humedad
que porta el don del cielo."
Cartas breves de Sergio Etcheverry
Sólo la piedad de Dios es nuestro sostén en este mundo. Si no te has dado cuenta aún de la importancia vital de estas palabras es hora de que tomes real conciencia y agradezcas al Señor por Ser. El iluminado Louis Cattiaux desde El Mensaje Reencontrado, Libro IX, 35 nos recuerda…. Los espagiristas conocemos que la sal de tártaro es un imán especial que atrae la humedad del cielo. No se trata de una humedad común, es el agua portadora del fuego secreto que deviene del Ser. Este líquido de alto poder espiritual es tradicionalmente conocido como aceite de tártaro por delicuescencia.Tanto es así que antiguamente en algunas iglesias ortodoxas, durante la pascua de resurrección, se recolectaba este líquido precioso, de textura aceitosa, para elaborar el óleo de la crismación. Oleo del Cielo, aceite de fuego con múltiples propiedades benéficas. Por analogía alquímica de lo expresado podemos abrir una imagen de conocimiento: Pero abramos la conciencia y releamos a Cattiaux en el libro XX Te invito a abrir otra imagen: El aceite (Cristo) se une a la sal (orante) por medio del agua (Virgen María) y el agua (Virgen María) se fija en la sal (orante) por medio del aceite (Cristo), y todo permanece en Uno. Nada es casual como tampoco lo es la asociación que sugerí de Cristo con el aceite de tártaro. Cristo es una palabra que aparece en la versión griega del Antiguo Testamento para traducir el verbo hebreo mashaj: ungir. Como nos muestra la naturaleza con la sal, el aceite y el agua, conocemos a Cristo por María. Ella es la puerta y la interfase bendita entre el hombre y Dios. Como cuenta una parte de la oración Defiéndeme María que enseño en mis cursos: "… porque fuerte y verdadero es el único espíritu de nuestro Señor. Único en Padre, único en Hijo, único en Espíritu Santo y único en ellos tres mismos porque has derramado todas la bendiciones, todos los sí y los no del universo; y en esos sí y no del universo, conocimos a un Dios, que ante todo es justo, venerable, irremplazable, todo amor, toda gloria; y cuando envió el viento del Espíritu Santo, todo fuego, todo agua, para penetrar en María y hacerla Virgen con Hijo, dio lugar a la Navidad verdadera que es el nacimiento de los opuestos reunidos aquí y así nacieron cielo Cristo, en tierra María, fuego Cristo, en agua María, Sol Cristo, en Luna María y así fue hecho lo que estaba escrito." Oh causalidad: Todos los agentes del cielo que generan la vida descriptos en la Cadena Dorada de Homero, la semilla única de todas las criaturas (gur) y el cuádruple fertilizante de los reinos (archeus) llegan provenientes del Ser infinito a través de la humedad. ¿Acaso no es esta humedad la leche que alimenta al Niño? Recuerda: "Sólo la piedad de Dios es nuestro sostén en este mundo." Por eso en otra parte de esta hermosa oración se eleva el pedido de asistencia: "Quién como Tú para conocer a El, guerrera de la vida, rodeada de poderosos ángeles, piadosa aún con los mas ariscos, defiéndeme María, defiéndeme de aquello que no veo y penetra en mí, defiéndeme de aquello que no siento y hace mella en mí, defiéndeme de aquello que fantaseo y me hace ver lo que no es…" y la oración sigue como la respiración que moviliza el universo todo… ¿Rezaste hoy? Bendiciones |
"Y entre los libros de la buena memoria, me quedo oyendo como un ciego frente al mar..."
Luis Alberto Spinetta (Los libros de la buena memoria, El Jardín de los Presentes).